Y al despertar
en cada movimiento,
tus ojos,
en cada palabra,
tu sonrisa
en cada significado: tú.
Tú:
el aire que ansía mis pulmones
la necesidad de mis manos al tocar.
Tocar parte de la vida que jamás conocí
donde terminan mis ganas de ser
y empiezan tus palabras.
Desde entonces susurro en las noches
y con una mano desde este vacío me agarra...
y no poder percibir los días
si me falta tu aire, tus ganas
Porque cada segundo pesa
si pienso
que no eres parte de mí.
Y poder atravesar con un beso,
con un abrazo
con un sentimiento
el cuerpo y la mente.
De tí...
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