lunes, 4 de abril de 2011

Movimiento nº2


Y me preguntan: "Porqué hacerse tantas cuestiones acerca del movimiento de una persona. Tan solo es ir de un punto A a un punto B, ya está"

Y es que es muy fácil pensar que los pies andan sin quejas de un lado para otro, recorren calles, suben y bajan escaleras, se rompen, se reconstruyen y a veces (no siempre) siguen como nuevos.

Y ya está

¿ya está? ¿tan solo en eso consiste el movimiento?

¿Qué hay del movimiento en el tiempo de las personas y de los rastros que dejan? ¿Del recuerdo... de la evolución, del camino que vamos peregrinando casi a ciegas por una línea temporal...?

¿Qué hay de todo eso?

Vamos dejando rastros en nuestro camino que poco a poco se desvanecen en el recuerdo de los otros, al igual que en nuestra memoria, los hechos desaparecen poco a poco, cada vez con menos nitidez observamos el pasado que muchas veces no queremos ni mirar...

Se alejan, nos alejamos, nos vamos yendo, desvaneciendo... pero así mismo existen partes de ese "encuentro" que dejan marcas irreversibles, que condiciona aunque no queramos la forma de tomarnos la senda que seguirá después. Esa es la experiencia. Pero no siempre seguimos lo bueno, lo aprendido, sino la catástrofe y el porqué el dolor de la separación.

Quizás debiera de vestir unas nuevas botas, quizás el traje de peregrino, quizás también intentar dejar que el camino siga solo. Pero con una mochila donde llevar todo lo importante a cuestas, ésta estaba rota, dejando caer poco a poco lo que había conseguido con el paso del tiempo.

Y sí, es época de continuar, sin saber cómo, ni porqué, nada de lo que ocupaba un lugar importante ya no existe:

Elige la vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas, elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la sal, colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos, elige el bricolaje y preguntate quién coño eres los domingos por la mañana, elige sentarte en el sofé a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu, mientras llenas tu boca de puta comida basura, elige pudrirte de viejo, cagándote y meándote encima, en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoistas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte, elige tu futuro, elige la vida. Pero ¿por qué iba yo a querer hacer algo así?. Yo elegí no elegir la vida, yo elegí otra cosa. ¿Y las razones?, ¡no hay razones!. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?

¿Y para qué planear tu vida, si luego la vida te irá demostrando que no tienes control sobre ella?

Por eso no he dejado de andar...