domingo, 5 de junio de 2011

El egoísmo


He querido darle un vuelco a este blog, ya que últimamente no tengo ni ideas, ni ganas de escribir ni de pensar en como "poetizar" mis pensamientos. Quiero hacer las entradas más personales, más directas un poco a lo diario pero como me de la gana y contando lo que quiero aunque no me lea ni dios.
Supongo que seguiré escribiendo historias y "poemas" como antes, aunque en mucha menor cantidad... no se lo que voy a hacer esta mañana, sinceramente no pienso encuadrar mi blog ni mis escritos en ningún sitio. Escribo lo que pienso. Ya está.
Esta primera entrada con forma de diario se la quiero dedicar a mi observacion del egoísmo, del "solo me miro mi puto ombligo".
Cuando cambias, cuando empieza a no gustarte la mitad de cosas que te fascinaban antes, incluso te dices: "¡pero cómo he podido pensar esto!" comienzan una serie de sucesos en tu vida. El primero darte cuenta de que estas cambiando, y segundo: el mundo que tienes alrededor ya no te sirve. Se te queda pequeño, o grande, o deforme... en mi caso obsoleto. Antiguo. Empiezas a mirar un poco más por tí mismo. Primero con pequeños cambios y con el paso del tiempo ni te reconoces. Ya no sabes ni quién eres. Ni te importa, porque ya no eres el de antes.
Lo cierto es que cuando suceden una serie de acontecimientos en tu vida y te das una ostia contra la realidad en la que vives, la consecuencia puede resumirse en: ya no tienes ganas de tonterías. Ya no tienes ganas de preocuparte por esas cosas absurdas que cuando tenías 14 años o 15, incluso las mismas tonterías que ayer por la tarde, cosas como: "qué me pongo en el fin de semana, fulanito me ha mirado mal, o menganito me ha dicho que estoy más gordo"
Sinceramente el cambio no es nada fácil, porque existe casos en que la gente que te rodea se queda en ese estado "obsoleto" y existe un descompás entre todo lo que estás pensando y cambiando y viviendo como experiencia nueva y lo que viven ellos.
Ya no te entienden. Ya no les ves como antes.
Toda esa necesidad que se empieza a crear en tí, toda esa preocupación que acaece: el trabajo, si seguir estudiando o no, el dinero, la crisis, no cagarla con tu pareja y resistir el aburrimiento contínuo de estar solo. Porque sí: ya no molas, te has vuelto más serio, más cerrado porque te das cuenta que hablas otro idioma y en consecuencia: egoísta. Egoísta por intentar solucionar tus problemas personales. Entonces se quejan porque ya no les miras. Y a tí te parece patético que te busquen explicaciones a cada acto porque su primitivo cerebro no sabe distinguir entre: "importante" y "perder el tiempo".
Por eso defiendo que el egoísmo no es malo en sí. Porque todos somos egoístas y si miras por el otro dejas de mirar en tí mismo. Y una cosa si es cierta es que si tú no miras por tí nadie va a hacerlo.
Así que dejadme solucionar mis problemas, si queréis os echo una mano, que ser egoísta no significa ser hijo de puta, pero para que yo me quite una mano para dártela... eso, señores, tiene que currarse.