miércoles, 23 de abril de 2014

Masoquismo


O no me hace tanto daño como lo pinto
o realmente no me importa que me lo hagan..

martes, 22 de abril de 2014

Mateo 26:75

Y se acordó Pedro de las palabras de Jesús, que le dijo: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. 

Repeticiones


Cada vez que me encuentro:
Desaparezco

domingo, 20 de abril de 2014

A Chronos


Vendí mi vida a Chronos
y él se encarga de mi.
Mientras, la sensación de una larga espera
de cosas que no llegan
de un tiempo infinito.

¿Y cómo hacer
levantarme y dar la vuelta
para desaparecer?

Que yo no sé rendirme
y que tú no estás.

Tan solo la espera.
¡Yo ya no sé!

Silencio todas esas palabras
que sé que algún día estallarán
¡Y qué me gustan las cosas difíciles!
O dejarlas pasar con el tiempo

sábado, 19 de abril de 2014

Victimismo

De tu ego
de tu soberbia
de tu forma de reírte de mi
y de lo poco que me importas.

Sigue, sigue mirando
tiempo ha que sigo andando
mientras te emperras en clavar tus pupilas
en cada movimiento de mis pies.

No lo sé.
Lo ignoro.
¿Y tú quién eres?

lunes, 14 de abril de 2014

domingo, 13 de abril de 2014

viernes, 11 de abril de 2014

Existencia fugaz


Vive deprisa. Corre todo lo que puedas, 
espera los semáforos como si fuesen una eternidad.
Hazlo todo, todo lo que puedas y más.
Olvida quién eres y lo que quieres.
Siéntete solo.
Da igual.
Todo el mundo va a lo suyo
y tú a lo de todos. Y a lo tuyo también
¿por qué no?
Vive rápido, vive deprisa 
y no te des cuenta de tu existencia
de lo que eres, de dónde estás.

Tan solo alguien con quién hablar.
Tan solo.

martes, 8 de abril de 2014

Perdido


Pasa que he dejado de entender la historia como algo propio, prefiero conservar el recuerdo, aferrarme a una mentira y dejar que el viento se lleve todo lo demás.
Pasa que he dejado de creer, de necesitar, de añorar.
Pasa que sé quién soy y qué es lo que no necesito.
Pasa que a veces me siento solo y me pregunto a dónde iré a parar.
Que me da rabia mi rabia y que sin ella no sé mantenerme en pie.
No sé, que el mundo haga de mi lo que quiera, día tras día, noche tras noche.
Me he dejado llevar, me he dejado ir.
Aunque sé que es tan solo un hilo el que me mantiene a flote y que me entran ganas de escapar, correr y volver a empezar.
Pero no ahora, no cuando al fin se ve todo tan claro, no todavía.
No lo sé.

"A dónde van todos esos muchachos sin alas
a dónde van todos esos besos que no se dan
habrá un lugar para vivir como un cuento de hadas
pero seguro que es muy caro y no lo puedo pagar.

jueves, 3 de abril de 2014

La sala de espera


Te sientas a esperar, a la cola de unos pocos sillones en un hospital de la Seguridad Social.
Muestras tu mejor cara, sientes que te haces mayor y pasas de 20 a 80 en tan solo un segundo. El gentío, las enfermeras, los doctores, las familias, las familias, las familias...
Esperas no sabes qué, ni tan si quiera sabes qué esperan de ti ni cuantas cosas has de hacer para que muestren un poco de agradecimiento. Es solo un favor que te han introducido como una obligación porque ya eres mayor.
Eres ese muro en el que todos se soportan, ese pilar importante al que todo el mundo acude porque saben que contigo se sienten protegidos y se sienten bien. Y ese muro fuera, con el frío, soportando tempestades se resquebraja con el tiempo.
Obligaciones, obligaciones que los otros se quitan de encima para dárselo al más capaz. ¿Estoy rodeada de incapaces? ¿De inútiles?
Soy nieta, sobrina, hija, amiga, hijastra, hermanastra y a la vez mi propio hermano, mi propia madre y padre, mi propio amigo consejero, jefe, pareja, lo soy todo y siguen pidiendo más.
Y en esta sala de espera, continúo. Cierro los ojos y escucho el ambiente, me dejo llevar y me pierdo en las distancias.
¿Por qué tarda tanto todo esto?
Quiero navegar en mi barco y tirarme por la borda si me apetece. Quiero dejar de esperar.