Vive deprisa. Corre todo lo que puedas,
espera los semáforos como si fuesen una eternidad.
Hazlo todo, todo lo que puedas y más.
Olvida quién eres y lo que quieres.
Siéntete solo.
Da igual.
Todo el mundo va a lo suyo
y tú a lo de todos. Y a lo tuyo también
¿por qué no?
Vive rápido, vive deprisa
y no te des cuenta de tu existencia
de lo que eres, de dónde estás.
Tan solo alguien con quién hablar.
Tan solo.
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