lunes, 4 de julio de 2011

Una mirada al horizonte


Dejó que el viento peinara su cabello, mirando al frente con aires de melancolía. Suerte que su rostro andaba oculto entre la sombra y su enmarañado pelo. Suerte que allí no había nadie...
Pasaban los días con la espera en el pecho, mirando a la nada, a puntos infinitos del cielo mientras las horas morían con la luz.
Se estaba apagando una vez más, y ella, que en silencio poco a poco iba levantándose de la piedra echaba una última ojeada al horizonte, mientras éste se tragaba el inmenso astro de luz.
El porqué de aquellos actos nadie lo sabe. Dicen que alguna vez la escucharon hablar en sueños y que su voz pronunciaba una y otra vez cosas como "quiero... poder".
Un día desapareció. Nadie más supo de ella. Y hasta entonces, hasta hoy, su desaparición se había convertido en un misterio y la piedra dónde solía subir le dieron su nombre: "la piedra del Aurora". Donde diversos acontecimientos sucedieron allí.