Desde que estás dentro
y no recuerdo a que huele tu cuerpo
ni a que suena tu voz.
Y la indiferencia
la mía, la que tengo en mi
hacia tu exitencia
y tus palabras.
Desde que ya no estás
el cielo es más azul
me he llenado de mi.
Desde que empezó esta guerra
desde que terminó la tregua
no existes más
sino como un enemigo.
Un enemigo que no razona
que no huye
que no mira por donde ni con quién ni cuando...
Desde que todo esto quedó enterrado
sigo siendo un soldado
pero un soldado feliz.
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