¿Y que pasa cuando mis manos ya no saben qué decir
mis ojos a qué mirar
y mis labios qué seguir callando?
Repaso la yema de mis dedos
por la espalda del viento
y yo que sigo con las pestañas húmedas
recuerdo...
¿Y si la noche es azul
y me sumo a sus segundos?
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