martes, 3 de septiembre de 2013

Origen


Una idea es como un virus, basta con que llegue a ti y se introduzca en tu cabeza para que no puedas quitartela, vaya propagándose poco a poco creando una serie de circunstancias psicológicas y hagas que todo lo que habías construido se desmorone en cuestión de muy poco tiempo.
Una idea ajena a ti, de esas que ves en la televisión, lees o que recibes a partir de una conversación con otra persona.
Es un cambio de perspectiva, un paradigma distinto, que naufraga en un principio por tu mente de forma casi latente y poco a poco hace que lo cambies todo, te cambies a ti mismo y dejes de ser lo que eres.
El problema de "ser el fuerte" es que todo el mundo cree que puede tirarte toda la mierda encima y, cuando bajas la guardia, cuando te cansas cae sobre ti como una apisonadora y te ahoga.
Esto es una vuelta al principio, como un ciclo sin fin que, aunque no lo quiera, prácticamente no puedo evitar, porque no son conscientes de lo que supone un dia tras dia con esa misma idea, una idea inquisidora, una idea que se clava como una astilla, una astilla con veneno que poco a poco paraliza cada músculo.
Empiezas a hartarte, sientes cada mañana que es una lucha nueva en contra de esa idea que resuena cada vez más fuerte, tanto que a veces no te deja ni observar otro tipo de cosas.
Eres adepto a una idea, seguidor, uno más de ese rebaño al que le llamamos "arquitipo social".
Lo curioso es que, la mayoría de la gente no es consciente de que siguen una especie de secta, obsesionado con unos actos y una determinada forma de vida, y, el que es consciente de que está entrando en ese... horrendo lugar, sabe que no es bueno ni que lo está haciendo bien, es como si cogieras al tio de la caverna de Platón y le dijeras que tiene que volver adentro porque se está mejor y es más seguro.
Es imposible volver a cerrar los ojos cuando ya los mantienes bien abiertos, o es posible pero no sin consecuencias. No es un estado nato, es un estado obligado.
Te crian como un rebelde, te hacen creer en una idea desde pequeño y de buenas a primeras quieren cambiarte todo el paradigma.
Sigo sin entenderlo, sigo sin ver como ese puto virus está volviendo a instalarse y esta vez de la forma más peligrosa posible, como si supieras dónde y cuándo se abre la salida pero tienes los pies enterrados en hormigón.
Otra vez y otra vez y otra vez y otra vez.... 

2 comentarios:

Shagrath dijo...

En realidad te equivocas al final de tu reflexión; no te crían como un rebelde; lo hacen como un cordero.
Desde pequeños intentan que todos hagamos lo mismo desde la televisión, con la publicidad, incluso con la educación.
Esa "idea" que a más de un ser cognoscente le perfora desde el interior es lo que escuchas todos los días, de que las personas "normales" se comportan de una forma u otra. No hay posibilidad de ser original, porque si no, no podría absorverte la masa y ser un "número" más, un código de barras con piernas.
Yo, desde mi escaso conocimiento, conozco pocos casos donde se haya intentado romper con una idea que te lanzan o con una idea de normalidad. Uno fue con la creación de la Escuela Moderna por parte de Ferrer i Guardia y otro, más reciente, con el Colectivo Paideia (nada que ver con la Fundación del mismo nombre de la creadora de Inditex)
Sólo nos queda luchar o ser el apéndice de una masa grotesca sin cerebro y sin espíritu.

Shagrath.

Juli Martin dijo...

Te has ido un poco a lo global, yo hablo más desde el punto de vista del individuo y su estado psicológico, creo que te expliqué el otro día cuando hablamos cuál era mi visión de esto.
Hablo de cómo psicológicamente una nimiedad que parece que a veces pasa desapercibida acaba siendo algo muy importante que cambia tu forma de ver las cosas y por lo tanto tu conducta. Es un día a día que apenas se nota, son cosas que vemos y escuchamos, que hemos aprendido casi sin darnos cuenta. Hablo de detalles, amigo, detalles que hacen que, obviamente seas lo que eres ahora y harán que seas de un modo u otro en el futuro.
En cuanto a lo del tema rebelde, vuelvo a decir que te vas a la parte global, yo a la personal, ata cabos con cosas que te he contado, sino otro día no tengo problema ninguno en volver a hablarte sobre ciertas cosas.
Es curioso como cada punto de vista se imprime en lo que uno dice jajaja