sábado, 17 de noviembre de 2012

Nao


Permanece, no se, de esa manera permanece. Como el mar al filo de la arena, que aunque cambiante sigue y sigue ahí.
Sonríe, sonríe a la vida y a las pequeñas cosas, las cosas que más valen las que más cuestan, las que nadie ve ni siente.
Escucha con el corazón, vive y siente hasta el último segundo como el tic tac de un reloj, sonríe, mientras llora y sonríe.
La verdadera forma de amar lo que sientes, si en cada momento se pierde la fe, persiste, como un muro de piedra que se hace al caer de las rocas.
Son sus horas y siendo pequeña, grande: tan cerca y tantos abrazos y caricias, tantas palabras...
Los pies en un suelo volante, con una nube refractora de realidad, el aura de los sentidos: siempre sonríe.
Si tuviera que de ella destacar un solo gesto es la sonrisa que explota desde dentro, te impregna de vida, porque brilla con luz propia: una de esas pequeñas luciérnagas que aparecen y desaparecen, que vuelan y no están pero siempre vuelven.
Tan rápido vuela, va y viene, pero permanece, siendo cálida su voz y sus palabras, sus buenos dias, buenas noches y bellezas varias. Y si no fuera porque parezco minúscula a su lado...

No hay comentarios: