Nunca la vida había sonado tan bonita.
Y cuento los días en notas musicales
en soplos de viento
en ráfagas de luz.
Hago esfuerzos de contención
para no desparramarme
pero no me dejas.
De repente,
el amor está en todos sitios
a todas horas
en cada momento
en cada suspiro
en cada sueño
en cada sonido
en cada latido...
¡Ay de mí!
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