viernes, 19 de julio de 2013

Chronos


Un círculo. Como una parada en el tiempo. Una pausa finita que no sabes dónde ni cuándo va a terminar, pero lo hará de alguna forma. Siempre lo hace. Te miras, te lees, te recuerdas y siempre lo hace.
Notas como el círculo cambia de posición, se aleja y se acerca. Da vueltas sobre su propio eje. Con un principio y un final marcado.
Y dando vueltas y vueltas, muy poco a poco y se acerca a ti.
En el centro, el tiempo se vuelve distendido, se alarga, como un efecto de pitch, todo es más grave y más extenso. Espeso, muy, muy espeso.
Parado pero lento, aunque retrocede.
El concepto del "menos tiempo".
Números, simplemente números. Una cuenta atrás.
Distendido, incómodo. Una especie de elástico que se estira y se estira.
Demasiados sonidos al unísono.
Tic, tac... tic, tac.
Se le está acabando la arena a esta playa. Siento mis pies mojados.... o aprendes a nadar o te hundes.
Me encantaría poder ser un wordclock y controlar el tiempo: la sincronización perfecta entre dos elementos parecidos aunque distintos.
Preguntas, preguntas, preguntas...


No hay comentarios: