Los que volvemos del fondo de la playa
más de una vez
de las aguas negras que hielan la piel,
del sabor a pútrido
del olor fétido de las miles de ballenas varadas.
El lugar donde el todo es nada
el caos sucumbe en tempestades
las marcas de las manos
vivas y muertas
que erizan la piel.
Y se muere tantas veces como se vive
el todo pasa dejando ese sabor del recuerdo
de herida abierta,
como una resaca después de haber bebido demasiado
y no haber logrado comer.
Esa sensación que asola el pecho
de haber tocado algo que nunca existió
pero murió antes de nacer
como un bebé encerrado en un bidón.
Todo pasa
todo camino se anda
todo el tiempo ocurre
cuando vuelves a tierra.
Todo pasa
pasará
hasta no ser los mismos
y volver a desconocerse.
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