Me escondo
en medio del bosque
donde pueda soltar los demonios.
Sentirme vulnerable
me ha hecho aprender
que hay parte de mi
que no puede deshacerse de la armadura
Solo tengo que controlar
cuánto y cómo de fuerte es
para qué y en qué momento mostrarla
para no herirme
ni herir a otros.
Bajo a tierra,
a continuar con las tareas mundanas.
Que el tiempo diga lo que tenga que decir
que se trabaje lo que haya que trabajar
pero desde el papel.
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