domingo, 23 de marzo de 2014

Break the cycle

Hay cosas a las que no te sientes preparado que ni si quiera esperas, ni se te pasan por la cabeza a duras penas que fuese a ocurrir.
Es como el desplome de un edificio, la sorpresa al estallar una bomba, el pase de un camión a menos de 3 cm de ti...
Es ese choque que te hace despertar y preguntarte ¿qué cojones estoy haciendo con mi vida? y pensar: es que, joder, cualquier puto momento puede ser el último ¿y me siento feliz con lo que hago? ?¿A qué cojones estoy esperando?
Pues cuando pasa eso y se te pasa media vida por delante haciéndote preguntas de Dónde estás, qué haces aquí y por qué estás aquí también surge otras cosas como:
- Ese trabajo lo ha dejado a medio hacer
- Hay un tatuaje en el aire
- Una carrera que podríamos haber hecho juntas
- Montones de conversaciones a medio plantear
- Risas y sueño en la clase.
- Compartir vivienda
En definitiva, muchísimas cosas que se quedan en el tintero y que no tienes la elección de poder terminarlas, intentarlas o aburrirte de ellas.
No tienes elección porque ya no te tienes, ya no estás, ya no eres. Es el The End de la vida.
Y hay un trocito de ella que empieza a doler en los demás, como una espina clavada en medio del cerebro. "Ya no está" te dices "Ya no puedo preguntarle, ni reírme ni disfrutar de ella, ni darle ese abrazo que tanto me negué"
Es duro, pero así es la vida, somos seres destinados a pudrirnos un día y dejar de existir. Es lógico, es físico y es teórico.
Pero mientras esté aquí, mientras me mantenga sobre mis pies, haré todas esas cosas que quiero y que me apetecen hacer. La vida es corta para existir llorando, y cuando llegas a los 60 te preguntas ¿qué he hecho yo?
Levántate y anda ¡Y yo qué sé hacia donde! ¡Solo anda! ¿Y por qué todo ha de tener un porqué?

1 comentario:

Shinowski dijo...

A Shino le gusta esto.
Y Shino también la recuerda.