martes, 25 de marzo de 2014

El viento


Comienza como un susurro, una promesa. La más ligera de las brisas baila alrededor de la jarcia conforme chirría sobre los gritos agonizantes de 10000 hombres. Mece sus cabellos tan afectuosamente como la mano de un amante. Esa brisa. Esa promesa se convirtió en un viento. Un viento que sopla por toda Grecia llevando un mensaje transmitido una y otra vez por nuestra dama Libertad. Y qué sabia fue al encargar a Leónidas poner todo a sus pies. Un viento, hermanos, de sacrificio, un viento de libertad, un viento de justicia, un viento de venganza.

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